Monday, May 28, 2007

Fumar al aire libre: riesgo para todos


El Universal

Lunes 28 de mayo de 2007

Cientos de miles de personas que no fuman, pero inhalan el humo de los fumadores, mueren cada año en todo el mundo. Hasta la fecha se pensaba que el daño provenía de la inhalación de gases tóxicos en lugares cerrados; sin embargo, una investigación reciente efectuada en la Universidad de Stanford, determinó que los contaminantes producidos por la combustión del tabaco resultan nocivos para la salud, aun en lugares al descubierto, ello sin contar con que contribuyen de manera importante a la contaminación del medio ambiente.

Los resultados del estudio, que se centró en analizar la calidad del aire en cafés situados sobre las banquetas, bancas de parques públicos y otras locaciones al aire libre, concluyen que una persona ubicada en las cercanías de un fumador está expuesta a niveles importantes de contaminación.

"Algunas personas opinan que la exposición al humo del tabaco al aire libre es insignificante. Sin embargo, nuestros hallazgos muestran que un fumador pasivo que se encuentra cerca de un fumador inhala contaminantes varias veces más concentrados que los hallados en los niveles registrados en el aire", dijo Neil Klepeis, especialista en ingeniería ambiental.

En ese sentido, el experto recordó que incluso la exposición por breves periodos al humo del tabaco puede acarrear efectos adversos para la salud, particularmente para los niños.

"Nos sorprendió descubrir que la exposición al humo en sitios al aire libre es similar, en cuanto a los niveles de contaminantes, a los registrados en promedio en lugares cerrados como casas y bares", dijo Wayne Ott, coautor del estudio.

"Por ejemplo, si usted se encuentra sentado en un café al aire libre a menos de un metro de una persona que fuma dos cigarrillos en el transcurso de una hora, estará expuesto al humo del tabaco de la misma forma que si estuviera dentro de un bar por una hora conviviendo con fumadores. Asimismo, los niños situados en la proximidad de un fumador en un lugar al aire libre también están expuestos al humo de manera importante", agregó.

A diferencia del humo de tabaco en lugares cerrados, que puede persistir por horas, el humo emitido en lugares abiertos desaparece rápidamente. Klepeis afirma que "si usted se ubica a un promedio de dos metros de distancia de un fumador al aire libre, su exposición a los niveles de contaminación se reducirán de manera considerable".

Muchos países han externado su preocupación por la contaminación que produce el humo del tabaco prohibiendo fumar en edificios públicos y localidades al aire libre. Para Ott, "el problema es que hasta ahora no existían soportes científicos para justificar esas restricciones. Nuestro estudio es el primero en torno de los efectos del humo del tabaco en exteriores", dijo.

Los investigadores utilizaron monitores electrónicos portátiles para hacer lecturas precisas de las partículas tóxicas emitidas por el humo de cigarrillos. "Queríamos cuantificar el nivel potencial de exposición al humo del tabaco en sitios al aire libre en condiciones cotidianas. Para ello utilizamos cinco instrumentos diferentes en sitios como parques, cafés al aire libre y banquetas, donde hay presencia de fumadores", explicó el especialista.

Cada instumento fue calibrado para medir un contaminante conocido como PM2.5, que consiste en miles de partículas microscópicas cuyo tamaño no alcanza los 2.5 micrometros, es decir unas 30 veces más pequeñas que el grueso de un cabello humano.

Ott explicó que "el PM2.5 es un contaminante producido por la combustión de cigarrillos, madera y diesel, entre otras fuentes. Contiene benzopireno, que es carcinógeno, y muchas otras sustancias químicas tóxicas que pueden penetrar profundamente en los pulmones".

Según la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, la exposición a PM2.5 puede producir ataques de asma, bronquitis crónica, ritmo cardiaco irregular e incluso muerte prematura.

Los estándares promedio de PM2.5 en el ambiente son de 35 microgramos por centímetro cúbico de aire en un lapso de 24 horas. Los niveles que exceden esta cifra son considerados como peligrosos para la salud de las personas. "Dado que el humo del tabaco contiene muchos componentes tóxicos, incluyendo carcinógenos, inhalarlo puede ser más dañino que respirar la típica contaminación del aire", comentó Klepeis.

Para medir los niveles de PM2.5 en el humo de tabaco, los investigadores colocaron los instrumentos cerca de fumadores en distintos espacios al aire libre, a diferentes distancias. Los resultados fueron muy claros: mientras más cerca se encuentra una persona de alguien que fuma al aire libre, mayor es la exposición a los contaminantes tóxicos emitidos por el humo.

Según Klepeis, "un cigarrillo dura 10 minutos, en promedio. Si usted está a unos 70 centímetros de un fumador y en contra del viento, estará expuesto a concentraciones contaminantes que exceden los 500 microgramos de PM2.5 durante ese tiempo.

"Si usted se expone en múltiples ocasiones al humo de cigarrillos por varias horas al aire libre, es muy probable que esté inhalando 35 microgramos o más de PM2.5, lo cual excede los estándares de seguridad."

Si se toma en cuenta que el aire considerado como limpio contiene menos de 20 microgramos de PM2.5, entonces una persona que se encuentra en las cercanías de un fumador al aire libre podría inhalar hasta 50 veces más material tóxico del que recibiría al respirar sólo el aire que se encuentra alrededor.

Así que la próxima vez que desee tomar un café al aire libre, pasear por un parque o simplemente tenga necesidad de caminar por la calle, procure mantenerse alejado de los fumadores. (Universidad de Stanford)